PorquPienso que sí, que se ha dado cuenta, después de veinte años y cuando ya tiene la barba más cana que morena: su esfuerzo, ofrecerle andalucismo a Andalucía, era como llevarle miel al colmenero. Y al despedirnos por la noche en el aeropuerto de Sevilla, se lo digo: «No hable usted del Partido Andalucista a los sevillanos. Hábleles de lo que Rojas Marcos quiere hacer por Sevilla, si le eligen alcalde». Hemos pasado juntos la jornada, callejeando por barrios sevillanos: en un «futbito», con unos muchachos que le daban al balón; en la cofradía trianera de Nuestra Señora de la Estrella; en la taberna «Azahar, de no sé qué hermandad, de la barriada San Julián; con los «carteros de los Reyes Magos»; con la mujer que vende «papas fritas» y «calentitos»…